A Stephen king y la cultura de nuestro tiempo, le debemos muchos estudios psicométricos, telemétricos y telepáticos. Los lectores amantes del cine, artes plásticas, Radio tv, etc, Proyectan su interpretación emotiva, sobre a lectura o imagen de la secuencia temporal vivida en ese momento. Nuestro inconsciente llega a hacerse “colectivo” cuando manifestamos nuestro sentimiento ante amistades o seres que nos acompañan habitualmente.
El contraste de ideas emotivas pueden ser enriquecidas y sacadas de contexto, dependiendo de nuestra consciencia o la forma de ver el mundo en que vivimos.
La
creación del egregor en muchos casos es inevitable. Es el reverso de la moneda
en busca del temor del autor de la obra. Muchos lo llaman: “Encrucijada”,
mientras la “materialización” se hace real. La plasmación de una
historia-imagen, es sentida por lectores-espectadores desde un ángulo
tridimensional llegando a cobrar vida. Es el resultado del pensamiento y los
temores que nos infunde el Ego.
Si
admitimos el experimento del centésimo mono, ¿Por qué la confluencia de ideas y
pensamientos no pueden crear una realidad similar o igual en la materia “best
seller”?
.
Ondas de pensamiento:
Algo que no vemos, de lo que estamos rodeados son las ondas.
Los cinco sentidos que bien define la medicina tradicional china y que los antiguos
egipcios definen con la forma de serpiente. No me quiero extender ni ampliar el
estudio ni sus formas, mucho menos su interpretación. Pero si daré algunos
nombres que posiblemente conozcas:
En cuanto a los números. La música se mide por octavas,
siendo la séptima su valor más alto en la escala diatónica. En la cromática-enarmónica
se alarga al 12. Pero hay que entender que la vibración numérica señala la
octava como el cambio inversor dentro de la materia, por lo tanto: 8, 9 y 0
representan las formas de la conciencia (trinidad). El 8 es numero negativo-
escalar resonador de la “fundamental” que produce interferencias armónicas de
forma al multiplicarse así mismo: 1,2,4,8.16,32.
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