Según la ciencia, el pueblo egipcio constructor de pirámides; solo conocía el bronce y era un pueblo pagano.
Pero lo cierto es que cada día vemos más imágenes que nos muestran hasta donde era su conocimiento, cultura y civilización incapaz de invadir y hacer esclavo al ser humano.
El felino: “guardián del conocimiento, mide y corta las ondas que no son buenas para el hombre. Ondas horizontales, como verticales y su interferencia. ¿Cómo mostraríamos los seres del presente siglo a los pueblos venideros nuestro conocimiento?...¿con rascacielos de cristal? ¿Banderitas en la luna?...Solamente los ancestros que aman el sol y la tierra, pueden dejar vestigios a los que llegamos siglos después, cincelando la piedra con láser y herramientas que afloran del ensueño mental ¡Que no virtual!
En la materia del presente siglo. Ya en aquél tiempo, jugaban con bacterias y espermatozoides.
Apophis era una serpiente indestructible y poderosa a la que había que contener; sin embargo, nunca sería aniquilada sino dañada o sometida, ya que de otro modo el ciclo solar no podría llevarse a cabo diariamente y el mundo perecería. Para los antiguos egipcios era necesario que el concepto del mal existiese para que el bien fuera posible.
Pero lo cierto es que cada día vemos más imágenes que nos muestran hasta donde era su conocimiento, cultura y civilización incapaz de invadir y hacer esclavo al ser humano.
El felino: “guardián del conocimiento, mide y corta las ondas que no son buenas para el hombre. Ondas horizontales, como verticales y su interferencia. ¿Cómo mostraríamos los seres del presente siglo a los pueblos venideros nuestro conocimiento?...¿con rascacielos de cristal? ¿Banderitas en la luna?...Solamente los ancestros que aman el sol y la tierra, pueden dejar vestigios a los que llegamos siglos después, cincelando la piedra con láser y herramientas que afloran del ensueño mental ¡Que no virtual!
En la materia del presente siglo. Ya en aquél tiempo, jugaban con bacterias y espermatozoides.
Apophis era una serpiente indestructible y poderosa a la que había que contener; sin embargo, nunca sería aniquilada sino dañada o sometida, ya que de otro modo el ciclo solar no podría llevarse a cabo diariamente y el mundo perecería. Para los antiguos egipcios era necesario que el concepto del mal existiese para que el bien fuera posible.
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